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Ramon Cano

Exequias De Mariana De Austria En La Seo Zaragoza

En 1276 le dio el Rey Jaime I la honor de la villa de Ull, que permutó en 1284 con Pedro III por una pensión vitalicia.” [“Heráldica de los Justicias de Aragón “, S. Este es un teatro musical que, pese a ser desatendido por situarse entre la desaparición de Calderón y de Hidalgo y la llegada de los músicos italianos , presenta interesantes rasgos propios y también interesantes que lo insertan como entre las manifestaciones culturales más interesantes del bajo barroco. El mismo sentido del lujo y boato se desprende de los bocetos de Francisco de Herrera el Mozo para Los celos hacen estrellas, de Juan Vélez de Guevara donde se adivina un teatro de esplendor dispuesto para suscitar la admiración. En la mitad de la escapada a un planeta de ilusión y artificio de los últimos Habsburgo, el mundo del teatro musical sobrevivió, más allá de que con algo menos de brillo, varios años a la muerte del dramaturgo. El día 5 de octubre, víspera del segundo aniversario de la desaparición de la reina Isabel de Borbón, Felipe IV y Baltasar Carlos fueron a las vísperas y nocturno en su memoria. Aquella misma tarde el príncipe se sintió enfermo y al día después, sábado 6 de octubre, tuvo que quedarse en cama mientras que el rey acudía al funeral.

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El nombramiento recaería sobre fray Juan Cebrián, arzobispo de Zaragoza y primado del reino de Aragón. Sus restos mortales, embalsamados, fueron trasladados el 16 de octubre por el arzobispo de Zaragoza, don Juan Cebrián, al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Sus padrinos fueron Juan Iñiguez de Montagut, señor de Canduero, y la mujer de Miguel de Ayerbe, acaso la madre del Pedro Ximénez de Ayerbe que años después sería también señor de Canduero tras su matri­monio con la hija del anterior.

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Para defenderla frente al rey, fray Francisco tuvo que regre­sar a España en 1661, realizando con tanto éxito su misión que, aparte de aprobar el trabajo realizado hasta entonces, Felipe IV autorizó su ampliación. Fue Doctor en Teologia y vicario parroco de la villa de Pina en 1688, y antes de otras iglesias del arzobispado de Zaragoza, cuyo ministerio desunpefio, como el de orador evangelico, en los siglos XVII y XVIII. Juan de Belveder, había entrado al servicio de Felipe II,probablemente como fun­cionario administrativo, hacia 1585 y 40 y un par de años después, en 1627, todavía resi­día en Perú.

Acido el 28 de febrero de 1817, Jaime Ortega se dedicó desde muy joven a la carrera de las armas y a lo largo de la Primera Guerra Carlista comenzó a subir velozmente escalones en el escalafón militar, llegando a ser nombrado Mariscal de Campo con sólo 30 años. Además, participó en la política nacional en el Partido Moderado, siendo escogido diputado en varias legislaturas. En verdad, se hizo popular a lo largo de la sublevación antiesparterista zaragocí de 1843 y llegó a tener una posición de gran predominación en los gobiernos moderados de los años 40. Merced al prestigio de que disfrutaba en La capital de españa, el Santuario de Sancho Abarca, que había sido desamortizado, volvió a ser propiedad municipal en 1847. En 1850, finalmente, con solo 33 años alcanzó el grado de Capitán General de las Islas Canarias. Quisiéramos colocar en un puesto de honor a los más de doscientos taustanos que en el mes de junio de 1808 dejaron su pueblo, sus casas y sus familias y bajaron a Zaragoza, encerrándose en la localidad antes que llegaran los franceses, para proteger con su vida la independencia e independencia de todos los españoles.

Baltasar Carlos De Austria

Al final, el sábado 2 de junio de 1646, Felipe IV y Baltasar Carlos entraban en Zaragoza. Durante los meses siguientes, al mismo tiempo que se desarrollaban las conversaciones con las Cortes, se avanzaría en las negociaciones del matrimonio del príncipe, quien sería comprometido con su prima Mariana de Austria. En este tiempo, volverían a utilizar el palacio arzobispal, donde se sitúa el Alma Mater Museum, como vivienda. Fortunio D’Ahe, Justicia de Aragón, titular del cargo desde 19 de marzo de 1273 hasta 1276. Intervino activamente en la defensa de Sicilia y actuó con rigor en la condena de los autores del asesinato del noble zaragocí Gil Tarin. En la fecha de su posesión firmó, con otros presentes, un archivo en el que Jaime I se dirigía a su hijo Jaime y a Teresa Jiménez de Vidaure, ordenándoles que prepararan los soldados, caballos y armas que tenían asignados para efectuar cierto servicio al monarca.

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Durante once años ocupó la cátedra de Filosofía en el seminario de Zaragoza, mientras que ejercía como párroco en la ciudad. Mostró durante toda su vida una enorme preocupación por los mucho más desfavorecidos y por las obras sociales de la Iglesia, hasta el punto de que su pensamiento ha sido reconocido como el origen del catolicismo popular en Aragón. Nacido en Tauste el 28 de Febrero de 1901, hijo de Doña Ana Baquedano, maestra, y de Don Manuel Ruiz, veterinario, la figura de Manuel Ruiz Baquedano es muy conocida por su colaboración en los Programas de Fiestas de Tauste, donde sus coplas “Al son del requinto” constituyeron una tradición durante más de cincuenta años. Por eso mismo y por su amor a Tauste, fue erigido en su memoria un monolito en el Parque de Santa Bárbara que le recuerda.

El Último Monarca De Los Austrias Jura Los Fueros En Zaragoza

Murió en Huesca el día 15 de enero de 1918 a los 82 años y, por expreso deseo de el, después de grandes muestras de respeto y devoción, sus restos reposan en la capilla de la Virgen de Sancho Abarca, a la que amó. Ños de una red social de monjas clarisas en Tauste pues la funda­ción se produjo a consecuencia de los legados testamentarios que con esta finalidad dejaron ambos. Más allá de que los trámites para la fundación de este convento en la vivienda-palacio que Pedro Pardo había donado a dicho efecto se empezaron a la desaparición de doña Jerónima, su lugar no sucedió hasta el día 11 de septiembre de 1629.

Por año siguiente continuó su capacitación en el convento de Calatayud, donde hacia 1652 fue ordenado sacerdote. El teatro musical mantuvo la grandeza y boato del género tras la desaparición de Calderón. En abril de 1646, deseoso Felipe IV de que su hijo fuera jurado heredero de la Corona por los navarros, como el año anterior lo había sido por los aragoneses, se trasladó junto a este desde La capital española a Pamplona, donde, tras reconocerse los fueros del reino navarro, se celebró solemnemente aquella ceremonia el día 3 de mayo. Los padrinos fueron la infanta doña María, futura reina de Hungría, y el infante don Carlos, tíos del recién nacido, a quien llevó en brazos doña Inés de Zúñiga y Velasco, condesa de Olivares (mujer del conde-duque de Olivares), en una silla de cristal de roca, que dicen era la alhaja mucho más preciosa que hasta entonces se hubiera visto. Acrecentándose en La capital española las intrigas en torno a este suceso, don Juan José de Austria recibía una carta del rey en la que le llamaba a su lado. Exactamente el mismo día 6 entraba en La capital española «El Segundo», vitoreado calorosamente por las calles.

Fue diputado por Barcelona en las elecciones en general de junio de 1977 y marzo de 1979. Desde su cargo dio apoyo a las tesis eurocomunistas del secretario general del PCE Santiago Carrillo. Su vocación religiosa fue muy temprana y en el año 1691 ya formaba parte del convento franciscano de Zaragoza, donde completó sus estudios.

En enero de 1647 Felipe IV emitió un decreto con la resolución de casarse con la archiduquesa Mariana de Austria. El matrimonio se celebró el 7 de octubre de 1649 en Navalcarnero, contando el novio 40 y 4 años y la novia quince. De este matrimonio nacerían múltiples vástagos, de los que solo sobrevivirían la infanta Margarita Teresa, casada con el emperador Leopoldo I, y el futuro Carlos II. Una vez establecida su casa, desde 1644 se realizaron gestiones diplomáticas encaminadas a buscarle una futura esposa y el 11 de julio de 1646 se concertó el matrimonio con la archiduquesa Mariana de Austria, hija del emperador Fernando III y prima hermana suya. El 6 de octubre de ese año sufrió la pérdida de su madre y tras un breve retiro en el Pardo, Felipe IV decidió que el Príncipe debía comenzar a asistir a los despachos de gobierno y acompañarle además a la nueva campaña de la Guerra de Cataluña.

De este modo Baltasar Carlos pasaba a ser príncipe de Gerona, Gobernador General de Aragón, duque de Montblanc, conde de Cervera y señor de la ciudad de Balaguer. Por su parte, el 13 de noviembre de ese año, Baltasar Carlos fue jurado heredero por las Cortes de Valencia. Tras el juramento del príncipe Baltasar Carlos en Aragón y la petición elevada por el rey a las Cortes del reino, Felipe IV y su hijo se dirigirían a Valencia y, tras pasar el invierno en Madrid, a Navarra, donde se repetirían las dos liturgias. En Pamplona, las fiebres tercianas sufridas por el heredero retendrían al monarca, retrasando su llegada a Zaragoza, lugar desde el que se demandaba su presencia para seguir en las negociaciones con los brazos del reino de Aragón y clausurar las Cortes.

  • Tras la revuelta catalana de 1640 Felipe IV trató de ganarse a los aragoneses para conseguir dinero y hombres para el nuevo frente de guerra.
  • Permaneció en sus cargos hasta 1985, año en el que se retiró de la primera línea política.
  • Su devoción por nuestra patrona le acompañó toda su historia, siendo, en 1872, entre los reeditores de la Historia de la Virgen de Sancho Comprende del P.
  • Después del intervalo de la guerra civil, su dedicación en Barcelona y su empeño de educar en las academias del Parque Güell le valieron múltiples reconocimientos y felicitaciones.
  • Recibió la comunión y ha podido confesarse con el arzobispo de Zaragoza, fray Juan Martínez, y recibió la extremaunción del Patriarca de las Indias.
  • Los padrinos fueron la infanta doña María, futura reina de Hungría, y el infante don Carlos, tíos del recién nacido, a quien llevó en brazos doña Inés de Zúñiga y Velasco, condesa de Olivares (esposa del conde-duque de Olivares), en una silla de cristal de roca, que se dice era la alhaja más hermosa que hasta el momento se hubiese visto.
  • Nithard, y acusado de una conspiración contra la vida de éste, el de Austria tuvo que escapar desde Consuegra, en donde se hallaba, hacia Aragón.
  • Aquella tarde el heredero se sintió enfermo y al día siguiente, el sábado 6 de octubre, debió quedarse en cama y durante cuatro días yacería en ella.
  • El trono en las últimas décadas del siglo será ocupado por Carlos II, a quien se le dio el sobrenombre de \’el hechizado\’, un rey con una salud frágil adecuada en gran medida a la consaguinidad de sus precursores y una personalidad dominable.
  • Como tantos otros repobladores del valle del Arba (como los Lobera, Ansó, Aragüés, Artieda, etc.) los Ayerbe procedían del norte del Reino y formaban una parte de la cla­se popular de los caballeros infanzones que recibían del rey los cargos y las tierras recién conquistadas en la llanura.